jueves, 24 de marzo de 2011

Comunicación Escrita / Comunicación Oral

La comunicación escrita me permite estar ahora sentado en una mesa, sólo, dirigiéndome a usted, sin necesidad de que usted se encuentre aquí.
La escritura hace posible una comunicación diferida y a distancia. Esto me requiere el esfuerzo de construir en mi imaginación lo que usted podría interpretar de lo que yo escribo. Imagino su manera de pensar, de interpretarme y hasta las caras que pone al leer mis líneas. He creado en mi mente lo que se conoce como un lector virtual. A la vez, al usted no tenerme en frente, imagina también a un interlocutor virtual.
Una característica destacada de este tipo de comunicación es que dispongo de tiempo suficiente para pensar lo que digo, elegir los términos apropiados, planificar que voy a decir después, cambiar el orden,  corregir, tachar, volver atrás y revisar todo. Ahora mismo estoy cambiando algo y usted nunca sabrá qué.
Sí estuviéramos en una comunicación oral, todo esto sería distinto. En ella no hay vuelta atrás. Cuando comunicamos existe retroalimentación instantánea. Podría darme cuenta con un solo gesto suyo el interés en lo que le comunico, y hasta podría hacer variar mi opinión sobre lo que pensaba decir, antes de seguir profundizando.
Roman Jacobson formuló un esquema para modelizar la comunicación oral cara a cara. Esta imagen lo grafica claramente.

Daré dos ejemplos: Una carta de amor y una compra en la carnicería. En el poema de amor el destinador o emisor es un enamorado; El mensaje lo que él comunica a través del canal o contacto, que es la carta; Este lo hace a través de un código que es el lenguaje con todos sus condimentos delicados que ayudan a que se entienda la intención y colaboren con el objetivo del mismo; Al destinatario, la chica de risos pelirrojos, pecas y sonrisa grande.
El caso de la compra de la carnicería, es muy similar: El destinador es un hombre de contextura física grande amante de la carne; El mensaje lo que solicita a través del canal que es el aire; A través de un código que es el lenguaje con sus respectivas características particulares; Al destinatario, el carnicero de risos pelirrojos, pecas y sonrisa grande.

Desde un punto de vista comunicativo, un código es un conjunto ordenado de conocimientos compartidos que se activan en el intercambio; tanto al escribir como al leer, activamos este conjunto de conocimientos. Los códigos tienen distintas extensiones: hay códigos compartidos por toda una comunidad, como es el caso de las lenguas, y hay códigos más restringidos, compartidos por grupos menores.
Existen cuatro códigos entre escritor y lector en la comunicación escrita:
El código sociocultural abarca los conocimientos acerca del mundo que el escritor y el lector tienen y que pueden provenir de la experiencia directa o de otros textos.
El código ideológico contiene los sistemas de creencias y de valores que manejan tanto el escritor como el lector, y que proyectan sobre los textos que leen o escriben. Se incluyen en este código tanto los sistemas interpretativos más institucionalizados (las teorías) como las creencias que forman parte del “sentido común”.
El código retórico es la búsqueda de las palabras adecuadas según el contexto y la intención. De aquí también desprenden los distintos géneros.
Y por último el código lingüístico contiene los conocimientos acerca de la lengua que tienen los usuarios, desde la fonética hasta el conocimiento léxico y gramatical

Tradicionalmente, se sostenía que el mensaje escrito, el texto, era producto de la actividad del escritor y que, por lo tanto, era éste quien fijaba su sentido. Como reacción a esta teoría, surgió otra, opuesta, que afirma que no existe un artefacto desprovisto de sentido hasta tanto no sea leído. Basándonos en esto último se podría decir que en un mismo material hay tantos textos como lecturas. Interesante.
En el medio de estas dos teorías se ubica la de Umberto Eco. Él propone entender el texto como una construcción compartida entre el escritor y lector, como fruto de la cooperación entre ambos. Eco afirma que el texto es incompleto hasta que la actividad del lector le da sentido.
Según mi opinión, dependiendo del género, existen textos con mayor y menor admisión de diversidad de interpretaciones. No es lo mismo un mensajito de texto de alguien contando cómo se siente y que encima utiliza abreviaciones de palabras, a un manual escolar. Basándome en esto concuerdo con lo que él formula al hablar de textos más abiertos o cerrados, haciendo referencia a la diversidad de interpretación admisible al ser leídos.

La comunicación, tanto oral como escrita, es un fenómeno que la humanidad seguirá analizando y seguirán surgiendo teorías sobre cómo interpretarla según también vaya progresando la civilización. Mientras tanto, utilicemos este recurso para seguir evolucionando; Con ella podemos expresar ideas, innovar, crear en equipo, comunicar sentimientos profundos y resolver problemas. Es una herramienta muy poderosa. Abriendo la boca, escribiendo algo, podemos desatar una guerra o terminarla. Por palabras las personas quedan atadas a traumas o son perdonadas de algún error que cometieron. Utilicémosla para de alguna manera hacerle bien a los demás. Disfrutemos de la comunicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario